Quien nos iba a decir a tod@s nosotr@s que este verano iba a ser tan y tan movidito. En cuanto menos te lo esperas, cuando crees que lo tienes todo controlado, te viene alguien y te da una sorprendente noticia. Y claro, encima es verano, cuando se supone que todo el mundo está a la vez que relajado está también en un éxtasis de calor, de agobio y con ganas de desaparecer unos días hacia la playa.
Parece que las estrellas y el cosmos en general se han puesto de acuerdo en "modificar"( por decirlo de una forma elegante) todo lo que hay alrededor de los míos y de mí misma, es como cuando está apunto de caer una gran tormenta de verano: primero hay un silencio, calma y después en pocos segundos empiezan a caer rayos, truenos y una intensa lluvia que no cesa en horas, para luego dejar llegar al arcoiris y a un sol radiante.
Eso es lo que les ocurre a los grupos con parejas , si esos grupos que se componen de parejas y/o “singles” y salen a menudo a tomar algo, o de fiesta, o a cenar y que incluso hacen planes vacacionales o de fin de semana ( que en algunas ocasiones nunca llegan a materializarse). Es el efecto llamado “ dominó”. Cae una pieza y de pronto, no sabes no cómo ni porqué va desmoronándose uno tras una.
Y es que la vida te puede cambiar para bien o para mal en cuestión de segundos, te caen piedras y no sabes de dónde vienen, te regalan flores y no sabes quien te las envía.
Pues si, cuando parecía que todo iba bien, que todo el mundo tomaba su camino, llegó la tormenta de verano y lo dejó todo desolado; pero no suframos, que después saldrá el sol otra vez. Y que de todo esto, en unos meses nos estamos riendo...